jueves, 23 de abril de 2009

Espejo sarcástico


Era un 13 de octubre del 2008, novios ninguno; cambios corporales menos bubis, más poto, soy el patito feo en el mundo de los senos frondosos, y la reina en el mundo de las nachas vistosas y abultadas; cambios psicológicos, más loca que nunca, psicoseada, con una ideología que no conoce de peros, mucho menos de desaciertos.

De zapatos hondos, risa fingida, mirada dormida, fanática compulsiva de las galletas pícara y de todo alimento que engorde y luego me haga sentir fatal.
Se dice que uno es feliz comiendo, en mi caso me siento horrible engordando; busco dietas, tips para no asimilar y ejercicios para endurecer, tanta chamba en buscar para prometer comenzar con mi nueva rutina y al último nunca llegar el día.

De mi nariz nunca me queje, pero cada vez son más las personas que me dicen: “Ay hijita no te preocupes cuando tenga plata te voy a mandar a hacer tu cirugía”, si fuera un icono de msn pondría ¡plop!

“La nueva santa de los ladrones”, me dicen, le gane el puesto a Sarita Colonia, ya que cada vez que ven les llevo el pan a la mesa; celulares, carteras e incluso lentes, han sido una de las pocas cosas que me han robado, como dicen en casa: “la ven y todos se avisan ¡ya salió la caserita!”.

Los brindis no faltan, menos los amigos o amigas de la vida, si se puede celebrar el día del padre, del niño, de la independencia , cumpleaños del tío de la amiga de mi amigo o el día del no trabajador, esta bien para nosotros, la clásica frasecita “unas aguas”, no es indiferente en mi vocabulario, menos en mi garganta, desde una chela bien al polo hasta un cuba libre bien sazonado, cambia una actitud depresiva, hasta la decepción por un partido perdido de la selección, y no es que me guste el trago solo que la vida es una y hay que disfrutarla.

Paso, y reina dicen, yo que sepa las mujeres de belleza son altas, delgadísimas, piernas largas, nariz perfilada y siempre ansían la paz en el mundo, el clásico prototipo de las reinas de belleza; pero como estamos en Perú, la mayoría de las mujeres no cumplimos con todos los requisitos; ¡que irónico!, no soy ni alta, ni flaca, no tengo ni nariz perfilada, menos piernas largas; soy petiza, ni gorda, ni flaca, de nariz ñata, piernas chiquitas, y no es que no quiera la paz en el mundo sino que resulta ser una idea poca fundamentada.

He recorrido largos pasillos en mi vida, cambios muchos, transformaciones sin lugar a duda, pero que encierra la idea loca de analizar cada aspecto que me rodea, es lógico que me impresionen lo cuentos, la historias complejas si estoy tan llenas de ellas, porque aunque quiera demostrar mi simpleza me doy cuenta lo complicado de vivir una vida como la mía.

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