Juan me apretaba la mano, yo solo sonreía, era uno de esos momentos que no necesitas de pretextos para reír; caminábamos por los corredores de la iglesia, se escuchaba el chillido del micrófono… la misa había empezado.
Parados, uno junto al otro, escuchábamos cada palabra que suelen decir en este tipo de festejos católicos, con la mirada fija y la boca enmudecida analizaba cada palabra y pensaba que tan ciertas eran las historias que narraban, no me considero una atea a ciegas, soy creyente pero la realidad me ha enseñado, que tan evidente es la frase “las palabras se las lleva el tiempo”.
El misticismo que pregonan todos los seguidores de Cristo se enfoca en una realidad fuera de esquemas, los que creen en la ciencia, afirman que la materia no se crea solo se tranforma; los de otras sectas religiosas se basan en milagros, apariciones, sueños y en eso basan su doctrina, con un recurso principal que denominan FE.
Los católicos los llaman protestantes, evangélicos, hermanos separados, pero catalogar con tal nombramiento resulta irónico, ya que cada vez que salen a luz este tema sostienen “todos fuimos creados por Dios”.
El hombre por naturaleza se pregunta de donde provino, quien lo creo, cuál es su misión en la tierra; muchos eligen entrar en este tipo de detalles, algunos dicen que prefieren obviarlo, y otros simplemente se ajustan a las reglas de casa.
La emoción que sentí cuando hice mi primera comunión, llenó mis ojos de lágrimas, en aquella época solo tenía 9 años, era una niña que nació en una familia católica, y tanto la familia de mi mamá como la de mi papá, salvo él claro, me hicieron seguir una doctrina que solo conocía teóricamente.
Mi papá se inclina por la ciencia, no cree en que un ser sobrenatural y omnipotente creó a los animales, plantas, menos a las personas; su constante lectura lo han conllevado a sacar sus propias conclusiones.
Es cierto que ciertos manuscritos fueron ocultados, que la biblia fue estructurada con los capítulos que eran pertinente mostrar a la sociedad, pero a pesar de ello la existencia de un ser que lo ve todo y creó el universo con un fin por amor, si forma parte de mi ideología no tan arraigada pero si existente.
Porque a través de los años se fueron tergiversando las historias pero a la verdad es solo una… y sabes como di cuenta… porque al recibir una hostia o conversar con Dios, me siento distinta, con una paz infinita, que cotidianamente no suelo tener.
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