miércoles, 3 de junio de 2009

Una más de la familia


A lo largo de los años se han enumerado ciertos vicios que estimulan y ocasionan el placer y apasionamiento de un objeto con solo mirarlo: el alcohol, las drogas, los juegos, las compras y hasta el lenguaje, comete vicios.

Lo gracioso, es que a uno de lo objetos de los que muchos dependen no les llamamos vicio sino entretenimiento, fuente de conocimiento, explorador de nuevas realidades; cuando día, tarde y noche ciertas personas andan prendidos y no se despegan de la caja boba denominada TV.

La televisión, el vicio consumista de niños, jóvenes y adultos, el mal necesario de todos lo días, ha formado parte de todas las familias, porque si antes se consideraba el invento del milenio o el lujo a los que pocos podían acceder, ahora hasta la familia de Pipón, un muñeco muy guapo y de cartón, goza de una televisión en su vivienda.

Ya no es un privilegio, sino un requisito; pues la televisión cumple diversas funciones; de niñera para los niños, de esposo o esposa para las cabezas de la familia o de la amiga para la jovencita(o) de la casa.

El problema no es que tengamos este servicio a la mano, sino que las pocas líneas de comunicación queden en el olvido, porque si antes una reunión familiar era dialogar sobre los problemas que aquejaban a algún integrante del hogar, ahora ver una película, una serie o, un documental, es pasar tiempo en familia.

Es verdad, que gracias a la televisión hemos conocido diversos panoramas de manera más dinámica, real e integral, pero a la vez ¿no limitó nuestra imaginación? Si antes al leer un libro imaginábamos la historia con escenarios maravillosos, personajes impresionantes, fuera de cuadro y éramos un personaje más de la historia, es oportuno mencionar la limitación de tener todo reproducido a nuestro alcance.

A pesar de ello, la dependencia a este artefacto es decisión propia, no puedo catalogarlo de innecesario, ni ignorar sus grandes beneficios, solo cabe indicar que así como la TV, vendrán más adelantos que cambien la historia de la vida moderna y el concepto de tecnología, sin embargo, lo que nunca debe suceder es el reemplazo de aquellas cualidades e ideas que se han ido sembrando durante varias generaciones, por un aparato que caducará con el tiempo.

1 comentario:

  1. Lamentablemente hay una adicción a la televisión, y ultimamente lo que vemos en la Televisión esta repleta de basura, "el estiercol televisivo"; ojalá aún estemos a tiempo de cambiar esto.

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